El Puente Alsina se llama Ezequiel Demonty en recuerdo del joven asesinado por policías hace 20 años

A 20 años del asesinato de Ezequiel Demonty en el marco de un caso de violencia institucional y en cumplimiento de la Ley nacional N° 27.050 de 2014, rebautizaron con su nombre el Puente José Félix Uriburu (más conocido como Puente Alsina), el cual cruza el Riachuelo y une el barrio porteño de Nueva Pompeya (Comuna 4) con Lanús.

“Modifíquese la denominación actual del Puente Nacional ‘José Félix Uriburu’, dependiente de la Dirección Nacional de Vialidad, Subgerencia de Puentes y Viaductos, que une el distrito de Lanús, provincia de Buenos Aires, con el barrio Pompeya, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el nombre ‘Ezequiel Demonty’”, expresa el primer artículo de la mencionada Ley.

Pese a tener varios años, la señalización correspondiente nunca antes se había colocado sobre el puente y sus alrededores.

Este miércoles, a 20 años del asesinado de Ezequiel (producido el 14 de septiembre de 2002), se colocaron los carteles y hubo un acto en presencia de su familia, integrantes de Madres en Lucha y referentes de organizaciones sociales y políticas. También hubo funcionarios de Vialidad Nacional y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. También estuvo la diputada nacional por CABA Paula Penacca (Frente de Todos).

“Vinimos a este lugar a cumplir con una asignatura pendiente del Estado nacional. Sabemos del recorrido de la madre de Ezequiel para construir su memoria, que hoy estamos reivindicando, y para que no se repitan este tipo de crímenes amparados por la violencia institucional”, manifestó el titular de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta.

La madre de Ezequiel, Dolly Sigampa, expresó: “Los familiares de víctimas de violencia institucional reclamamos este tipo de acciones por la visibilización, porque necesitamos que nuestros hijos permanezcan en la memoria de toda la sociedad para que nunca más pasen estos hechos”.

El 14 de septiembre de 2002 un grupo de nueve efectivos de la seccional 34ª de la Policía Federal Argentina interceptó a Ezequiel, de entonces 19 años, y a sus dos amigos. Con la excusa del robo de una bicicleta, los amedrentaron y golpearon.

Más tarde, a punta de pistola, los policías les ordenaron tirarse al Riachuelo. Solo los dos amigos salieron a flote. El hecho fue denunciado y, luego de siete días de búsqueda, hallaron el cuerpo sin vida de Ezequiel.

Dos años más tarde, tres efectivos fueron condenados a cadena perpetua. El resto tuvo penas de entre tres y cinco años.