Vecinos de Villa Ortúzar piden extender la ciclovía de Roseti hasta Mariano Acha
Un grupo de vecinos y vecinas nucleados en la agrupación Ortúzar Biciorganizada presentará un proyecto para conectar la ciclovía de Roseti con Mariano Acha, y luego con La Pampa. Son poco más de 1000 metros.
Un grupo de vecinos y vecinas nucleados en la agrupación Ortúzar Biciorganizada presentará un proyecto para conectar la ciclovía de Roseti con Mariano Acha, y luego con La Pampa. La idea de las y los ciclistas del barrio de Villa Ortúzar surge a partir de la experiencia con la ciclovía de la calle La Pampa, que hasta hace unos años no se conectaba con Superí, y con Echeverría, a la altura de plaza Castelli, entre Superí y la estación Belgrano R.
“Cuando estaban desconectadas algunas personas optaban por calles paralelas mejor asfaltadas, o incluso optaban por no circular en bicicleta por miedo a moverse junto a los vehículos y desde que se conectaron, el uso de la bicicleta creció exponencialmente y en horas pico es común ver, por momentos, más ciclistas que autos circulando”, señalan a Villa Ortúzar Periódico.
Desde Ortúzar Biciorganizada proponen extender la ciclovía de Roseti hasta Mariano Acha, y luego conectarla con la de La Pampa. Son poco más de 1000 metros. Elaboraron un proyecto al respecto que presentarán en la próxima asamblea del Consejo Consultivo de la Comuna 15.
Las y los ciclistas aducen que sobre Mariano Acha existe además la prohibición de estacionar sobre mano izquierda, perfectamente señalizada, lo que minimizaría el impacto en los lugares de estacionamiento. “La extensión permitiría conectar barrios como Villa Urquiza, Belgrano y Villa Ortúzar con zonas como Chacarita, Colegiales, Villa Crespo y Almagro, a través del corredor Roseti – Loyola – Humahuaca, que son los distintos nombres que recibe esta calle a lo largo de su traza”, justifican el pedido.
Esta idea comenzó a tomar forma hace unos meses. Ian, uno de los vecinos ciclistas se acercó a la última reunión vecinal convocada en la Plaza Malaver para contar el proyecto y conocer la opinión de los demás vecinos y vecinas, “fue alentador escuchar más voces a favor que en contra. También había gente que expresó su miedo a circular entre los autos” señaló y agregó “Hay también una necesidad de contar con una alternativa al auto y al transporte público, que cada día pesan más en el bolsillo del laburante”.
Por otra parte, surgen también voces en contra: “No necesariamente de la ciclovía en sí, sino por dónde pasa”, nos cuenta un vecino. Por ejemplo: en Roseti al 1400 se encuentra la escuela Gral. Mariano Acha, donde suelen generarse conflicto entre automovilistas y ciclistas, “porque muchos padres estacionan sobre la ciclovía para dejar o retirar a sus hijos de la escuela”, indica.
“Es un reclamo súper válido y hay que discutirlo”, dice Ian y opina “En lo personal, creo que es necesario un cambio cultural. No podemos pretender que siempre vamos a encontrar lugar en la puerta del destino. Podemos dejar el auto a una o dos cuadras y caminar”. La invasión de autos en ochavas, rampas para discapacitados y garages es un problema recurrente, especialmente en horarios escolares. Este problema no es exclusivo del barrio sino que sucede en toda la Ciudad.
Además del proyecto para extender la ciclovía, se suma la idea de realizar talleres para enseñar a andar en bicicleta a niñas, niños y adultos. “Para quienes nunca tuvieron la oportunidad, o para quienes andaban hace un tiempo y hoy no lo hacen por miedo. También focalizaremos en el respeto hacia el peatón y la educación vial, otro fuerte reclamo de los vecinos”, sostiene.
Para finalizar afirman que “Independientemente de si se extiende o no la ciclovía, buscamos una Ciudad más humana, con calles seguras y relaciones más cercanas entre vecinos, en contraposición al modelo de Ciudad que se intentó instaurar con la, por suerte, nunca concretada AU3”, sentenció.