Las clases presenciales en Ciudad desde adentro: la mirada de los docentes tras un fin de semana polémico
Los docentes debieron cambiar toda su planificación durante el fin de semana previendo que la virtualidad iba a ser la regla de esta semana.
La semana pasada el gobierno nacional decretó, vía DNU, la vuelta a clases virtuales pero un fallo de la Justicia porteña lo desestimó. El anuncio final, por parte de Horacio Rodríguez Larreta, llegó el domingo a las 11 de la noche y estalló la polémica. Muchos docentes habían planificado durante el fin de semana pensando que la virtualidad iba a ser el método de esta semana y se vieron sorprendidos por los anuncios.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llevó al extremo su disputa con el ejecutivo nacional con el tema de las clases presenciales. Un tribunal Porteño dictaminó que en la Ciudad de Buenos Aires no se deberá acatar el DNU y este lunes miles de alumnos tuvieron clases presenciales. “Tuvimos que cambiar todas las actividades que estaban para el trabajo presencial y mandar a los chicos con todas sus cosas a casa para estas semanas que iba a ser virtual pero tuvimos que tirar todo el trabajo a la basura por los cambios del domingo”, contó Federico, docente porteño, en diálogo con Viví la Ciudad.
Los docentes debieron cambiar toda su planificación durante el fin de semana previendo que la virtualidad iba a ser la regla de esta semana. Sin embargo el anuncio de Larreta y la Justicia porteña les cambió los planes. “Sentí una vez más impotencia, denigración del rol docente y mucha hipocresía e ignorancia por parte de los funcionarios y de una parte de la sociedad”, comentó Macarena, otra docente que trabaja en Ciudad.
El trabajo de los maestros consistió en modificar las actividades pensadas para esta semana y adaptarlas a la virtualidad. Esta decisión fue tomada el jueves tras el anuncio de Alberto Fernández. “Eso implica dejar por escrito, de manera clara y organizada, todo lo que los chicos deben hacer meticulosamente y los pasos a seguir para registrar lo trabajado”, explicó Macarena. Con esta nueva decisión, todo esto volvió a foja cero.
Repercusiones del primer día de clases:
“Ayer a la noche me logré comunicar con todas las familias y asegurarme de que los chicos pudieran asistir tras el anuncio del domingo”, comentó Federico. En ese sentido remarcó que fue una jornada normal y que el único detalle que rompió con lo habitual fue la presencia de funcionarios del gobierno en las entradas de los colegios controlando los ingresos y egresos de alumnos.
Macarena relató que los problemas de organización llevaron a que muchos chicos no pudieran asistir debido a que las familias no sabían que hacer. “Todo esto fue raro, hay mucha bronca y dolor de ver cómo el odio hacia los docente es cíclico y nunca termina”, agregó en referencia a la polémica que se generó.
El incremento de trabajo durante la pandemia y futuras soluciones.
El trabajo de los maestros creció este año debido a la situación de doble burbuja que se presentó en los colegios del AMBA. Mientras un grupo de alumnos asiste a la escuela, otro tiene clases de manera virtual. “Debemos dedicar muchas horas por fuera de nuestro horario para planificar los contenidos”, detalló Macarena. Federico compartió una mirada similar: “se perdieron las horas libres y la demanda de las familias es mayor, hoy un turno de escuela te demanda más de 6 horas diarias para poder hacer bien el trabajo”.
Ambos coincidieron en que la situación a corto plazo es cortar la presencialidad ante el aumento exponencial de casos. “Yo también crítico duramente al gobierno nacional y provincial porque después de un año de pandemia las escuelas siguen igual”, afirmó Macarena. Mientras tanto Federico concluyó con un fuerte reclamo: “Hasta ahora vacunaron cargos directivos y supervisores que no están en el aula pero no a todos los docentes”.